(Saúl Gherscovici) Luis Zubeldía ya demostró, en dos partidos, que está capacitado y preparado para ser el DT de Racing en un momento tan delicado y de transición como el que se está viviendo, con un plantel deslumbrante en los nombres y en lo previo pero sin brillo en la realidad.
La valoración positiva de Zubeldía no
pasa por los números, 6 sobre 6, sino por lo que, en poco tiempo, ya se vio en
cancha, con un primer partido en el que la valoración es realmente muy
complicada, porque se jugó contra un rival del argentino B , pero con uno
segundo por el torneo de AFA en donde se vio una recuperación en lo anímico y una
apuesta a ganar y gustar.
Para el partido contra Sarmiento de
Resistencia, Zubeldía podría haberse excusado en que recién firmaba, que no
tuvo tiempo para conocer el plantel y tantos etc, sin embargo no solo puso la
cara sino que también empujo desde el banco, con sus determinaciones, para que
el equipo encuentre un mapa de juego con el que finalmente llegó a la victoria.
La mano, visión y decisión del joven DT
se vio todavía en mayor porcentaje y en virtud contra San Martín de San Juan,
partido que era complicado porque se jugaba de local, luego de la catastrófica
derrota en el clásico y los conocidos incidentes en el vestuario que costaron
la salida de Yacob y Teófilo Gutiérrez de la institución, y por el rival en si
que está peleando por no descender.
Lo de Racing, está claro, no fue
brillante pero si convincente. Con las limitaciones del caso, los jugadores
captaron el mensaje del DT y fueron para delante, sin mucho juego pero con
decisión. En el 11 inicial, Zubeldía lo puso a Cáceres de lateral y lo movió un
poco más arriba a Pillud, algo que ya habían intentado Basile y Simeone, le
dejó el manejo de juego a Toranzo, lo ubicó bien a Castro e hizo todo lo
posible para que Giovanni Moreno finalmente entienda que no deba jugar atrás.
La mayoría de estas decisiones también las intentaron Simeone y Basile pero, en
este caso, parecieron efectivizarse.
La apuesta y la claridad de Zubeldía se
vio, empero, en los cambios, el último recurso que le queda al técnico para
cambiar sobre la marcha, en el medio del partido. Todos los cambios del DT
fueron los que indicaban la lógica (porque Racing debía ganar) y los que,
seguramente en gran parte, pensaban y reclamaban los hinchas, tanto en el
Cilindro como aquellos que, por distancia o dinero, no les queda otra que ver a
su amor desde la TV.
Zubeldía primero sacó a Pillud, otra vez
de flojo partido, y lo puso a Viola. El primer cambio lo hizo a los 14, es
decir con tiempo suficiente para que el juvenil, como finalmente demostró, se
lleve por delante a los rivales y contagie a sus compañeros. A los 30, el DT siguió apostando por el
ataque y sacó a otro defensor, Cahais, para poner a Fariña, quien con su movilidad
y toque, le siguió cambiando la cara al equipo. Como el tiempo transcurría y la
diferencia no se plasmaba en la red, el último cambio también fue ofensivo, en
esta ocasión sacó a Toranzo para que ingrese Pablo Caballero.
Cualquier otro técnico hubiera cambiado
fichas, es decir sacar un delantero y poner otro, pero Zubeldía entendió que
Racing debía ganar y para eso había que tomar riesgos que, en realidad, no eran
tales porque San Martín prácticamente no atacó nunca.
En el trabajo, según se cuenta, Zubeldía
es tan o más meticuloso que Simeone, la diferencia con el Cholo es que,
mientras el ahora DT del Atlético de Madrid, optaba por cambios o planteos
defensivos, el nuevo responsable de la conducción técnica de la academia elige
los ofensivos, aquellos en los que –tal vez- pensaba Basile pero tampoco ponía
realmente en marcha.
Te deso la mejor Zubeldia.....
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