Por Juan Antonio Fornasier
03/08/2012
Como un
león herido, el pueblo de Racing sacó fuerzas desde lo más hondo de su orgullo
y representó un espectáculo conmovedor durante la estadía en el ascenso.
Llenó cada
estadio. Gritó, cantó, apoyó con toda el alma. Hizo sentir la fuerza rabiosa de
su corazón.
Ese
sentimiento único, intransferible, ahora lacerado por los efectos de un
humillante traslado al fútbol de los sábados, pareció adoptar la potencia de un
tifón. ¡Aquí está el viejo y querido Racing Club!, dijeron esos miles de locos
románticos, unidos por el celeste y el blanco hasta las entrañas.
El
deterioro económico, deportivo e institucional había desembocado en el penoso
descenso. Era hasta entonces, y sin dudas, el peor momento en toda la historia
del club. Había pasado de príncipe a mendigo para quedar atrapado en un segmento
clave, que debía representar una bisagra en la vida de todo racinguista.
Porque, a partir de entonces, sélo quedaba empezar a subir. Semejante duelo,
tanta légrima derramada, debían servir para algo.
Debían
significar el punto de partida para volver a poner a Racing en su lugar. Pero no
fue sencillo. Claro que no. Ni pudo, siquiera, coronarse campeón en los dos años
que habité la segunda categoría. El análisis trazado por Nicolás Baroni Vera
Barros, Pacho Vera (27 años ligado a la revista RACING; 20 como director), dejé
ubicado a 1983 como un punto neurálgico.
Por eso, RACING es un movimiento, una religión. Racing no tiene simpatizantes,
tiene hinchas. Y ése es un RACING al que tenemos en un pedestal, allá en el cielo, y que no baja mas. Pero
esta el otro Racing, el fisiológico. El que tuvo el mal gusto de dejar la puerta
del baño abierta. Y se vio todo lo que pasaba alli. Los grandes problemas políticos,
económicos, éticos. Y el punto de inflexión fue en 1983.
Un día después de ascenso Costas, Attadía, Wirtz y Cordero |
Ese fue el
principio del fin”. “Antes del descenso, el estadio era un depósito de papas
-agregué-; enseguida se pierde la categoría, se alquila el equipo en Mendoza,
luego vino el primer concurso de acreedores, que esta justificado porque había
que volver a Primera si o si.
Y sin un
centavo llegaron Colombatti, Walter Fernandez, Sicher, Attadia. Pero la
politica siguié haciendo de las suyas. Los votos truchos. Y todo lo que vino
después: el segundo concurso de acreedores; una deuda que llego a 64 millones
de dólares (aunque hay que separar los 34 millones verificados de los otros),
las interminables peleas políticas con De Stéfano, Otero y Lalin como protagonistas,
la quiebra, la ley de fideicomiso.
Y el gerenciamiento.
Y con esto ultimo se llegué a la tercera fase, la de la reconstrucción”.
Pero todavía
faltaba mucho, casi dos décadas, para el futbol gerenciado, el paso a paso de
Mostaza Merlo y e1 final del maleficio de 35 años sin titulos en el futbol
argentino, cuando el club debió apuntar al regreso a Primera. Jorge Castelli,
en una charla telefónica, arreglo con el presidente Enrique Taddeo y enseguida
se transformo en el nuevo entrenador del equipo, en reemplazo de Juan José
Pizzuti, allá por e14 de enero de 1984. Y de allí en más la historia es
conocida.
ALGUNAS ANECDOTAS
DE ESA ÉPOCA:
CONFUSION
CON EL MENCHO:
Ramón
Ismael Medina Bello apareció en la Primera de Racing y a todos les decía, con mucho
orgullo, que era de Gualeguay.
Lo curioso fue que todo el mundo entendió que él era de Uruguay y cuando hizo su primer gol, ante River. Bajó de la tribuna el grito de
Lo curioso fue que todo el mundo entendió que él era de Uruguay y cuando hizo su primer gol, ante River. Bajó de la tribuna el grito de
“Uruguayo,
Uruguayo". “No soy uruguayo", explicaba el Mencho.
En la Foto Nestor Sicher: un espectacular remate suyo nos dió el ascenso en 1985. El partido fue contra Atlanta
ESTAFA EN
ROSARIO
Racing
perdió un partido con Newell's en
Rosario en 1988 y según su presidente, Juan. De Stéfano, se produjo el mayor
fraude de la historia del futbol. La cancha estaba casi completa y Newell's declaré
que habían vendido sélo 4.700 entradas. Por este hecho se
detuvo a un
revendedor.
BLLOPER DEL
TOTI IGLESIAS:
El Toti Iglesias
estaba acostumbrado a festejar sus goles con una voltereta, pero no
siempre le
salía bien la maniobra. En el contundente 6-O a Boca en 1987, casi se clava la
cabeza en el césped. “Me olvidé de tomar carrera y por poco me mato”, conté el
Toti.
WALTER FERNANDEZ CANTOR:
A Walter
Fernández siempre le gustó la música, y como hobby cantaba. Una vez unos amigos
músicos le permitieron grabar una canción que le había compuesto a Racing.
- “Cuando
me escuchaba cantar agradecía haber sido jugador de fútbol”, se sinceraba el
goleador.
NO SIEMPRE
SIRVE EL TRABAJO DE LA SEMANA
Era una
semana previa a un Boca Racing en 1987 . En un programa de televisión era
entrevistado el jugador bostero José Luís Cuciuffo, quien contó que habían
estado toda la semana practicando como contrarestar el juego aéreo de Racing. Ese
partido lo ganó Racing 6 a
0 con 4 goles de cabeza.
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