A BARAJAR Y DAR DE NUEVO

(Matías Blanco)


Viendo y repasando los números que dejó Racing en este torneo Clausura que ya culminó no hay que saber mucho de fútbol como para darse cuenta de que la cosecha fue muy pobre. Apenas 19 puntos sobre 57 posibles que en otra forma se podría decir que es un 33.33% de efectividad. Poco, muy poco para un equipo que, en cuanto a nombres daba la sensación de que en los papeles, como siempre, era un candidato a luchar el campeonato, que terminó quedando en manos de Arsenal.
La Academia jugó 10 partidos en condición de local, ganó 3 empató 3 y perdió 4. Eso da una sumatoria de puntos de 12 puntos. Los números hablan por si solos. Pero llama la atención que siendo local Racing haya perdido más veces de las que ganó teniendo en cuenta que muchas de esas derrotas fueron ante equipos que aparentaban ser inferiores, como Banfield y Unión. Cabe aclarar que los empates también dejaron sabor amargo como aquel 1 a 1 frente a San Lorenzo, o el reciente 1 a 1 frente a Colón. El conjunto que había empezado dirigiendo Basile y que luego quedó bajo el mando de Zubeldía nunca supo hacerse fuerte ni mantener una regularidad, mucho menos tuvo una idea de juego. Esa suma de cosas terminó dando como resultado un penoso decimoséptimo puesto superando solamente a los descendidos Olimpo y Banfield y a Godoy Cruz.


Otro dato no menor es que Racing no ganó ninguno de los 3 clásicos que jugó, perdió frente a Independiente y Boca y empató frente a San Lorenzo. Es que este equipo dio la sensación permanente en cada partido del torneo de no tener actitud. Y la actitud es esencial aún por delante de los nombres o sistemas tácticos. Hay que mirar sino las campañas de Tigre, Arsenal o Ñuls, equipos que sin nombres en los papeles terminaron haciendo campañas más que dignas y con mayor efectividad que La Academia que de los últimos 57 partidos perdió en 29 oportunidades.


El cambio ya empezó, claro. Zubeldía declaró que habrá limpieza en el plantel y expresó a su vez que necesita refuerzos de cara al futuro. A su vez, tal como lo hizo en Lanús le va dando cabida a los chicos de la cantera del club, Viola, Fariña, Zuculini, Vietto, Centurión entre otros. Hablando sobre el futuro que le espera al conjunto albiceleste hay que decir que va a ser duro, exigente y sin respiro. Serán tres competencias en las cuales buscará ser protagonista, una de las cuales es en el plano internacional lo cual la potencia aún más. Entonces frente a eso hay que preguntarse ¿cómo se plantarán estos jugadores y cuerpo técnico? ¿Y los dirigentes?


Hay que ser inteligente a la hora de comprar o vender jugadores. Hay que reforzar los puestos de los que emigren pero también puestos que deberían haber sido cubiertos este campeonato y no lo fueron. Si es que Racing quiere pelear tanto el Torneo Inicial, como la Copa Sudamericana y afrontar la final frente a Boca por la Copa Argentina con buenas expectativas entonces es imperioso asesorase bien a la hora de fichar jugadores porque de lo contrario se termina sufriendo como ha sucedido durante este semestre.


Por último resulta imposible que al mirar los festejos de Arsenal uno mismo se diga “¿Y si ellos pueden porque Racing no?” lo mismo me sucedió cuando fue campeón Banfield o Argentinos. Entidades más pequeñas que escriben la historia del fútbol argentino mientras La Academia parece dejar pasar año a año sus chances. Pero la diferencia reside en que, en la mayoría de los casos, existen proyectos a largo plazo que no se respetan, no sólo en Racing sino en el fútbol argentino en general. Se buscan resultados inmediatos dejando de lado los planes a futuro que, al fin y al cabo, son los que traen consigo los mejores resultados. Y el que no lo cree que mire la campaña de Newell´s, o la de el mismo conjunto del Viaducto, Vélez o inclusive Tigre. En nuestro club hace mucho tiempo no respetamos un proyecto serio y a largo plazo. Esperemos, entonces, que Zubeldía sea el que rompa esa racha negativa.

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