El entrenador Osvaldo Zubeldía, quien asumió como DT de
Estudiantes de la Plata en 1965 proveniente de Atlanta, y Miguel Ignomiriello,
quien se hizo cargo en las divisiones inferiores fueron los artífices del
armado del equipo formado por un grupo de juveniles, que luego serían los delincuentes del fútbol, entre los que
se encontraban Carlos Pachamé, Eduardo Flores, Juan Ramón Verón, Juan
Echecopar, Alberto Poletti, Aguirre Suárez y Oscar Malbernat, que ganó ese mismo año
el torneo de 3ra división recibiendo el mote de “la tercera que mata”.
Con la llegada de Carlos Bilardo, de Deportivo Español, y
Marcos Conigliaro, de Chacarita, se terminó de conformar el equipo que 2 años
después triunfaría en el Torneo Metropolitano.
La columna vertebral del equipo estaba formada por el “flaco” Poletti, arquero de gran alcance de brazos y gran seguridad que en ocasiones que el equipo se adelantaba, cumplía a la perfección el papel de líbero; Raúl Madero defensor central de precisa y potente pegada y elegante salida que en el comienzo de su carrera era volante central y Zubeldía lo colocó de último hombre; Ramón Aguirre Suárez, temperamental defensor central que nadie quería enfrentar, durísimo en el juego aéreo como en la marca personal, sin ningún tipo de escrúpulos a la hora de imponer su presencia; “Cacho” Malbernat, lateral izquierdo de buena marca y proyección que también podía cambiar de banda; Carlos Pachamé, volante con gran despliegue y patrón del mediocampo; Carlos Salvador Bilardo, el técnico dentro de la cancha, jugador con preciso quite y buena distribución, ejecutor de tiros libres y fenomenal tiempista, Juan Ramón “bruja” Verón, habilidoso y veloz puntero que también podía hacer la diagonal, gran definidor y buen cabeceador, padre de Juan Sebastián algunos años después.
Con la disputa de la Copa Libertadores comienza la época de oro del club dirigida por Zubeldía y con la preparación física de Jorge Kistenmacher, sumado al conocimiento táctico de Argentino Geronazzo.
Estudiantes avanzó en la Copa hasta toparse en semifinales con el campeón Racing, que venía de una seguidilla de partidos defendiendo copa y campeonato, venciéndolo 3-0 en la Plata y perdiendo 0-2 en Avellaneda, lo que obligó a un desempate en cancha de River que finalizó 1-1 tras 120 minutos y un recordado gol de “chilena” de Verón, y catapultó al equipo platense a la final por mejor diferencia de gol en los 2 encuentros anteriores.En este encuentro fueron expulsados Perfumo y Bilardo.
Una anécdota internacional fue el partido entre Estudiantes y Milan en cancha de Boca:ese días desplegaron toda su artillería, Lodetti acusó al arquero Poletti de haberlo agredido físicamente y recibir escupitajos en reiteradas ocasiones.
El colmo fue la detención del argentino Néstor Combin en camilla y completamente bañado en sangre por parte de la Policía Argentina bajo el cargo de desertor del servicio militar, deber que había cumplido en Francia.
Combin después de recibir tremenda agresión de Aguirre Suáres |
La delegación italiana realizó las denuncias por las
brusquedades y excesos de los jugadores “pincharratas” y tuvo que interceder el
Ministerio del Interior, para evitar un conflicto internacional.
Decidiendo arrestar a Manera, Aguirre Suárez y Poletti, a quienes se los condenó a 30 días de prisión en la cárcel de Villa Devoto, por infringir la Ley de Espectáculos deportivos. Se le otorgó además el permiso para salir del país a Combin.
Decidiendo arrestar a Manera, Aguirre Suárez y Poletti, a quienes se los condenó a 30 días de prisión en la cárcel de Villa Devoto, por infringir la Ley de Espectáculos deportivos. Se le otorgó además el permiso para salir del país a Combin.
Los mismos gobernantes que un año atrás habían recibido a los campeones procedentes de Manchester ahora los encarcelaban, de allí la conocida frase del Dr. Bilardo: “La gloria o Devoto”, queriendo indicar que los altibajos del fútbol pueden llegar a ser extremos.
Otra desafortunada pero cierta afirmación de Bilardo fue la confesión del uso de los alfileres no sólo contra RACING, usted podrá
escuchar como el Dr. Bilardo dice que jugó con alfileres, y lo complementa
diciendo: “en esa época no había SIDA” absurda respuesta de quien algunos dicen que fue un Gran DT o un Gran HDP como usted guste.
Escuchelo de sus propios labios.
Juan Antonio Fornasier
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