(Saúl Gherscovici) Todavía no hubo tiempo para desacelerar los corazones con todo lo que pasó en la primer fecha del Torneo Inicial, y los racinguistas ya tenemos el alma y la ilusión puesta en lo que sucederá este miércoles, en San Juan, en la final por la Copa Argentina contra Boca.
Racing fue uno de los pocos clubes de primera que le dio, a esta Copa, el lugar que se merecía y llegó por mérito y peso propio a esta final que, ante el fracaso del Clausura, terminó siendo lo más importante en juego de las competencias del semestre anterior. Boca, en cambio, hizo todo lo contrario. Se jugó de lleno en la Libertadores y luego al torneo de primera, y dejó la Copa Argentina en último lugar de lo que, imaginó, sería una triple corona que no se le dio.
Los dos, en consecuencia, llegan a la final por caminos diferentes y en instancias distintas. Ambos son equipos en formación pero, a diferencia de Boca, Racing empezó este ciclo de Zubeldía con aires y plantel renovado, y con unas ganas y espíritu de cuerpo que, al margen de lo que pasó con los penales de Sand, se observó en el debut ante Atlético Rafaela.
En lo que respecta a formación, el DT de la Academia debe resolver dos cuestiones básicas: la primera es si, ante la lesión de Sveljich, le devuelve la titularidad a Ivàn Pillud o prueba con Migliónico; la segunda es si pone entre los once iniciales a Valentín Viola, que si bien fue transferido pidió jugar la final, o deja en el equipo a Hauche y reserva al juvenil para el segundo tiempo.
Por el lado de Boca, tras la comentada e improductiva gira por Colombia-Venezuela, todo es más traumático, porque la salida de Riquelme sigue pesando en un plantel dividido y con cansancios varios. En lo estrictamente futbolístico, Falcioni esperará hasta las últimas horas para ver si puede contar con Silva, afectado de una contractura, o lo reemplaza por Blandi o Gaona Lugo.
Por la gloria y el orgullo de ser siempre los primeros en todo, el Racing de Zubeldía llega a la final con la certeza de estar ante un desafío importante que, además de la obtención de una nueva Copa, puede motivar el comienzo efectivo de todo lo bueno que se proyecta y espera.
Racing: Saja; Pillud (o Migliònico), Ortiz, Cahais, Corvalàn; Villar, Camoranesi, Pelletieri, Centuriòn; Viola (o Hauche) y Sand.
Boca: Ustari; F. Sosa, Schiavi, Caruzzo, Rodríguez; Ledesma, Somoza, Erviti, Chávez; Viatri y Silva (o Blandi o Gaona Lugo)
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