EL DEBATE DE LA SEMANA: "SAND Y SUS DOS PENALES"


En el terreno de las voces apasionadas por el club de los colores del cielo, de a poco, va emergiendo una disputa verbal que divide aguas (si estaremos acostumbrados a esto los hinchas de Racing): José Sand y la duda sobre su performance. Están los que lo postulan como un irreversible fracaso, los que afirman que lo del sábado fue mala suerte, y están los que se encuentran agazapados, a la espera de dilucidar su decisión en base a un mayor rodaje del equipo.

El joven encargado de dirigir técnicamente este plantel decidió plantear su postura desde un recurso que en el mundillo futbolero a veces dejamos de lado: la memoria. Sus declaraciones fueron claras: “Sé que en Racing él va a tener esa sensación de gol y los va a hacer”, refiriéndose al pasado granate del delantero. Luís, en busca de saciar su obsesión por el trabajo, apela a encontrar coincidencias en el pasado futbolístico de Sand, para intentar explicar el presente y poder proyectar el futuro.
En cada equipo que jugó este inconfundible correntino fue subestimado. Y todavía lo sigue siendo, aunque las glorias conseguidas no logren transmitirle una merecida calma. Es que en este deporte ultrajado por el efectivismo, las estadísticas dejan de ser datos y pasan a ser los fragmentos elementales de hipótesis fundamentalistas. 

Esta bestia del área que tiene un promedio de 0,39 goles por partido, que es el segundo jugador en la historia del fútbol argentino en ser goleador dos campeonatos consecutivos (el primero fue un tal Diego Armando Maradona), que fue campeón con tres equipos diferentes, que marcó más de 100 goles en este fútbol que exacerba la vigilia del arco propio, merece una segunda oportunidad. Una tercera y una cuarta también, ¿por qué no?.

Diego Alberto Milito tuvo un promedio de 0,24 goles por partido (35 anotaciones en 145 encuentros) en su paso por Racing. Y hoy tiene uno de 0,45 en toda su carrera. Fue elegido mejor jugador de uno de los torneos más prestigiosos del mundo (Champions League 2009/2010) y fue multi-campeón en el Inter. ¿Era un joven debutante, con la presión de haber nacido futbolísticamente en Racing, tenía toda su carrera por delante?.

Elijamos otro ejemplo: Palermo erró 3 penales en un partido. Hoy, ya retirado, es el máximo goleador de la historia de Boca, y se ubica quinto en la tabla de goleadores de primera división. El máximo exponente de la selección argentina, Maradona, erró penales. ¿Messi no? Erró un penal que le costó al Barsa la clasificación a la final de la última Champions (y otros más también).

Podemos caer en acusaciones peyorativas, es un vicio que disfrutamos despuntar y que nos hace humanos. Zubeldía sabe muy bien que las palabras que decidió emplear no están vacías de contenido, tienen un fondo, una clara postura, y por lo
tanto, un juicio a posteriori. El tiempo y la brava seguidilla de cotejos que están en el cronograma académico dejarán entrever la razón en esta discusión. Mientras tanto, Sand espera demostrar lo que supo dar.

Manuel Lemos

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