AL TURCO GARCIA HAY QUE QUERERLO COMO ES ……NOS DIO TANTAS SATISFACCIONES !!!!! AQUÍ ALGUNAS ANECDOTAS…………


Por Juan Antonio Fornasier



Contada por el Turco:
Una pretemporada en Mar del Plata con unos nenes en el plantel que ni te cuento...
Salían del Hotel Guerrero y estaban a metros de la playa Punta Iglesias, después de un desayuno salieron un par a caminar por ahí y el turco con Matosas se fueron a la arena, bermuditas fluo que los veías desde Avellaneda.
En eso un padre se les acerca con el hijo y les pide una foto, a lo que el Turco le responde, "todo bien pero que el pibe me preste la tabla"..., era una tablita de Body para barrenar.
Terminó la foto y corrió al mar y se puso a barrenar entre la gente. Revolucionó la playa. El tema fue cuando se enteró Cubillas que era el Dt del momento, el uruguayo esperándolo en la orilla y el Turco haciéndole señas que no volvía.
 Un groso de verdad!!!!
Ustedes se imaginan a alguno de nuestros actuales jugadores con el carisma y la onda del Turco. Era un loco lindo, pero con su locura te hacía ganar partidos también, y con lo que había que poner  ni hablar.
 El turco, convirtiendo goles o entregando la vida se fue ganando el corazón del hincha académico.
 El Turco García deleitó varias veces a los simpatizantes de Racing. Haciéndose el, que supo agradecérselo con aplausos. Una prueba de esa relación es la foto de la revista El Gráfico que lo muestra  vistiendo un buzo de arquero, abrazado a sus compañeros Carranza y Andrada.
 ¿Qué pasó? El 14 de abril de 1991.Yo venía de Francia, no me conocían demasiado, y me compré a la gente en un partido contra Vélez. Expulsaron a Goyco y ni lo dudé: pedí los guantes y me los puse. Ganábamos 2-0 y pensé: “En diez minutos no me pueden hacer dos goles ni en …., atajo un par de bolas y me compro a la gente”. Hice una seña al banco de cuánto faltaban y las manos no paraban nunca de moverse. Quedaban como 30 minutos. Aguanté bien y faltando un minuto entró Gareca, se cayó, y yo grité “¡penal, Bava, cobralo!”. No lo dio. Imaginate si lo atajaba. Esa tarde me ovacionaron y empecé a ser ídolo de Racing.
Cuando dice yo no estoy muerto porque Dios es Grande se refiere a las locuras, como poner una moto a 280 o el tema de la droga. Todo se lo debo al futbol, sino seguiría viviendo en Lugano y tal vez estaría muerto, o sería un delincuente.
El aspecto triste y el cómico se juntan cuandice el porque del nombre Turco. Jugábamos al fútbol, yo tendría 11 años y en la desesperación por agarrar una pelota que se me iba, grité: “Dejala, dejala, jala jala”. Me dijo un amigo: “Parecés un turco”. A partir de ahí todos empezaron “Turco, Turco”. Y cuando me fui a probar a Huracán lo hice con un amigo del barrio y él les comentó a todos los pibes “Díganle Turco, que le gusta”, aunque a mí no me gustaba nada. 
RRA en Wembley para descontar en 1-2, con Coco Basile como DT.
Cuando dice que su idolo era  Houseman, lejos, por eso siempre jugué con las medias bajas y caminaba como él. Se lo dije al Loco ya de grande.
Cuando cuenta de su debut ¿Te acordás del debut? ¡Cómo no! Contra Boca en la Bombonera, año 1980. La delantera era Houseman, Brindisi, Avallay, Babington y yo. Perdimos 3-1 y yo metí el gol nuestro, al final. Lo grité como un desaforado, colgado del alambre. “¡Qué grita este tarado!”, pensaba la gente. Era el 1-3. Pero, ¿sabés lo que era para mí meterle un gol a Gatti en mi debut?
Y tu
relación con la gente de Racing? 
No te fuiste bien... Espectacular. Me saludan por la calle. Y te doy un ejemplo: el año pasado, la Filial Santiago Saccol, de Barcelona, me invitó a pasar una semana en España, con todo pago. Hicieron una comida, fueron 800 personas, me sentaron en la mesa principal, se sacaron fotos conmigo, me preguntaron cosas, agradecí y después tuve una semana para hacer lo que quisiera. Quedaron contentos porque me vieron muy bien, más allá de las dudas que tenían.
¿Qué fue lo que más te emocionó? 
Todo. Es la séptima vez que se hace y antes llamaron a Pizzuti, Maschio y Sacchi, todos monstruos. Ahora  me eligieron a mí, que tiré un centro y metí un gol con la mano, ¿entendés? Además, lo valoro mucho porque no soy hincha de Racing. Ya lo dijo Tucho Méndez y yo lo suscribo: “Huracán es mi mujer y Racing mi amante”... Y uno a veces quiere más a la amante, ¿no? ¿Vos a quién querés más?
Ademas mis cinco hijos son fanáticos de Racing, eso algo quiere decir……
¿Qué sentís al ver tu gol con la mano a Independiente?
 Me c…. de risa. Quedé en la historia. Esa noche había mucho viento y llovía, y cuando metí el manotazo pasé por al lado de Bava y grité “Gol”, para que no dudara. El que se lo comió fue Castrilli, que era el línea y me tenía de frente. Después, se ve que le avisaron a Bava, y en el segundo tiempo me echó sin haber tocado a Islas. No pude jugar la revancha en cancha de ellos, pero fui a la tribuna de Racing con capucha. Terminó 0-0, al final los de Racing me descubrieron, cantaron “Turco, Turco” y desde arriba empezaron a tirar ladrillos. Tuve que salir con la policía.
Fue algo colorido, como cuando me bajé los pantalones. Los del Rojo cantaban: “El Turco se la c…., Perico se la …”, entonces hice que me ataba los cordones y me bajé los lienzos. Si quería faltarles el respeto de verdad me bajaba todo y quedaba en ….. La gente lo tomó bien. El Tribunal, más o menos, porque me echó de oficio. De Stéfano hizo un cuadro y lo puso en la sede.
Hablando de los dirigentes dice. 
Juan De Stéfano. Daba la cara siempre. Una vez me debía 50 mil dólares y lo fui a ver. “Vení mañana que te los doy”, me decía. Y enseguida, mientras bajábamos las escaleras, agregaba: “¿Vamos a tomar un cafecito?”. Y en medio del café, aprovechaba: “Claudio, ¿no te enojás si te doy 30?”. Un fenómeno. Encima, te decía: “¿Vas a venir mañana? No me hagás esconder al p…. eh”.


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