NUESTROS ORÍGENES PARTE CUARTA


Con motivo de los 110 años de nuestro querido Rácing Club - Esa Locura Rácing prepara 6 capítulos semanales para recordar nuestros orígenes.
Recordamos a Dante Panzeri ex director de El Grafico que dijera en una oportunidad "Los Clubes que ignoran o no recuerdan su historia y a sus ídolos están destinados a desaparecer"

PARTE PRIMERA: http://www.esalocuraracing.com.ar/2013/03/nuestros-origenes-parte-primera.html
PARTE SEGUNDA:http://www.esalocuraracing.com.ar/2013/04/nuestros-origenes-segunda-parte.html

PARTE TERCERA http://www.esalocuraracing.com.ar/2013/04/nuestros-origenes-tercera-parte.html


La popularidad de Racing aumentó con el título de la segunda división y nuevos seguidores empezaron a contarse en los suburbios capitalinos. La dirigencia empezó a buscar nuevos horizontes para afrontar con grandeza el desafío de participar en la primera A. Por eso se les ofreció venir a la Argentina a dos uruguayos de probada jerarquía, como Carlos Scarone y Pedro Somma, quienes, entusiasmados por el fervor que suscitaba el cuadro blanquiceleste, se sumaron al plantel.
El 7 de mayo de 1911, Racing empezó su camino en la primera división, con el empate 1 a 1 frente San Isidro.
El gol, el primero en la máxima categoría, lo marcó el uruguayo, Carlos Scarone. El primer éxito se demoró un mes y fue 18 de junio de 1911, frente a Quilmes, por 2 a 1. Esa temporada inicial en el futbol mayor de nuestro país, Racing se dio un gusto enorme: ganarle por 3 a 1 al histórico Alumni de los hermanos Brown, el primer gran equipo de la Argentina, que ese año se consagraría por décima y última vez campeón y le dejaría la posta justamente a Racing.
Ese año se dividió el fútbol y se creó la Federación Argentina en forma paralela a la Asociación, pero Racing, Boca, River y Ferro, entre otros, se quedaron en la entidad original.
Con el club en pleno crecimiento deportivo, con cada vez más público que lo seguía, 1912 fue el año del primer choque a nivel internacional. Una multitud llenó el vapor Eolo para cruzar el Río de la Plata y enfrentarse con River de Montevideo. Racing cayó por 2 a 1 ante los vecinos y tradicionales rivales. Los éxitos fuera de las fronteras ya vendrían.
La política de gestión se mantuvo inalterable: a la par de los logros deportivos, que llegaron con premura, los encargados de la conducción del club pusieron manos a la obra para efectuar mejoras en el estadio, con el fin de que estuviera más acorde con la calidad del equipo. Las obras estuvieron terminadas antes de que se fuera 1912, tal cual consta en un acta firmada por el entonces presidente, Arturo Giro. Justo a tiempo para disfrutar de la histórica seguidilla de títulos entre 1913 (en este año la entidad ya contaba con 928 socios) y 1919.
En 1913 empezaría un ciclo brillante de Racing en el futbol argentino, que le daría nacimiento a La Academia. El conjunto de Avellaneda se convertiría en el primer gran equipo puramente criollo, inventor de “la nuestra”, un juego depurado, técnico y con más brillo que el que proponía el gran Alumni. Un estilo distinto.
A partir de ese año, Racing hilvanaría nada menos que siete campeonatos consecutivos, varios de ellos con una muestra de acabada superioridad.
Era la época de hombres como Betular, el goleador Marcovecchio, Pedro Ochoa, Reyes, Olazar, Alberto Ohaco, Juan Perinetti, Viazzi y Juan Hospital, entre otros. ¿Cómo se consagró Racing? Ganó 17 partidos, empató uno y perdió dos, superó en la final a San Isidro por 2 a 0 y se alzó con el título con una gran marca de 56 goles a favor y 6 en contra.
Un año después, el equipo logró dos cosas importantes: por un lado, se consagró bicampeón en forma invicta (ganó 12 encuentros y empató1), logro que se repetiría en 1915, pero con 22 ganados, dos empates y ninguno perdido; por el otro, consiguió la primera victoria internacional frente a Torino, de Italia, que estuvo de gira por la Argentina.
En 1916 ganó el cuarto campeonato, sacándole cuatro puntos de diferencia al segundo, Platense. El quinto título se logró en 1917, año en el que ya se habían sumado valores jóvenes que le daría más brillo al cuidado estilo de Racing, como Enrique Macchiavelo, el arquero Marcos Crocce, Ricardo Pepe, Albérico Zabaleta y Natalio Perinetti, extraordinario futbolista, hermano de Juan. Racing ya era la Academia.
Los dos últimos campeonatos de la serie consecutiva fueron un “paseo” para Racing. Consiguió ambos en forma invicta, pero en el que cerró la cuenta, el de 1919, ganó todos los partidos programados por la Asociación Amateur, a la que se afilió Racing, ya que en el fútbol se había producido una nueva escisión.
Más allá de los torneos argentinos, Racing no paró de cosechar copas. Logró la de Honor en 1913 ante Nacional, de Montevideo; en 1913, 1914, 1916, 1917 y 1918 se alzó con la Ibarguren, y la Aldao la consiguió en 1917 y 1918. Estas conquistas también fueron determinantes en el dominio casi a gusto de Racing en el fútbol argentino de esos años.
Durante este fabuloso período, además, en 1915, el club escrituró los terrenos donde hoy se encuentra la sede de la avenida Mitre, mientras que el 4 de junio Racing recibió la personería jurídica, anhelada durante muchos años por quienes le habían dado forma al sueño de la Academia.
Para reflejar un poco la caballerosidad reinante en esa época y el don de gentes de los dirigentes de Racing de entonces, vale rescatar algo que formó parte de la memoria y balance del ejercicio correspondiente al año 1916: “El bárbaro atentado de que el pupulacho inculto hizo víctima al Club de Gimnasia y Esgrima,
incendiando sus amplias instalaciones de Palermo, motivó nuestra enérgica protesta, elevada al club amigo, al que ofrecimos de inmediato field e instalaciones. También renunciamos a su favor el importe que nos correspondía por el porcentaje del último match del campeonato sudamericano jugado en nuestro field debido a aquella incidencia, cuya suma es de $ 735,99 moneda nacional”.
Hasta la próxima semana
Juan Antonio Fornasier 

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