RACING SIN FILTRO: BIOPSIA DE UNA DERROTA


Estremeció el resultado del pasado domingo. Las disputas verbales entre los okupas de las tribunas albicelestes, son monótonas. Más allá de alguna que otra exaltación o algún fanático desmedido que apela a prescindir de la razón, la mayoría (con mayor o menor énfasis) pide por cabezas, desde la cúpula máxima de la dirigencia hasta el último y más joven alcanza pelotas.

Racing fue la contracara del equipo del torneo pasado. Rendimientos inimaginables de jugadores consagrados, previsibilidad en ataque, largo entre líneas. Es que no solo duele por el carácter coyuntural que podría haber adquirido una hipotética victoria, sino por el desarrollo. El transcurso de los 90’ fue abominable, el eterno rival jugó con los nervios de los dirigidos por Zubeldía, cuando tendría que haber sido al revés. Los vecinos no dieron garantías en defensa y tampoco propusieron en ataque hasta la expulsión de Villar. Es verdad, el primer gol (no) fue por una falta clarísima a Camoranesi, con el árbitro al lado. Y condicionó el desarrollo del encuentro. Sin ser prejuiciosos o mal pensados con el árbitro, se puede acusar a la suerte. Pero postular a la suerte como la ganadora de partidos de fútbol es, a priori, naif. Porque un gol no define un partido, así como tampoco un partido define un campeonato. Es desmerecer el trabajo, por ejemplo, del F.C Barcelona. O siendo más terrenal, el de Vélez o Lanús. También el del mismo Racing. Porque, más allá del regocijo que nos hubiera producido la tan deseada victoria que hubiese sepultado al adversario de toda la vida, nada está definido. El próximo rival, puntero indiscutido de este campeonato con 8 goles a favor y 0 en contra, en el campeonato pasado culminó la tercera fecha con la misma cantidad de puntos que tiene hoy el elenco de Zubeldía. Y en la finalización del Torneo Inicial 2012 se encontró en el 4to puesto, con un punto más que Racing.

Párrafo aparte quedan las incidencias particulares de un encuentro que no merece un análisis exhaustivo. Zubeldía sabe que los errores no se pueden repetir, que este fútbol nervioso no le deja margen para equivocarse. El tiempo y la brava seguidilla de cotejos que están en el cronograma académico dejarán entrever para que esta este plantel y si lo del domingo fue solo un traspié.


Manuel Fernández Lemos

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