¿ES PREVISIBLE?


En los tiempos en los que la esfera pública se devora la privacidad con internet y sus redes sociales, las palabras que los protagonistas emplean, suelen ser estructuradas con desasosiego. Es que se los descontextualiza, se los guillotina, a partir del fácil alcance informativo. Zubeldía vaticinaba en la fecha 5 que “Racing es previsible”, que era por lo que habían trabajado. Y esta vez, nos olvidamos de las declaraciones que marcan una idea, un estilo, una realidad.

Cuando asume Zubeldía Racing se encuentra al borde del cataclismo: 9 puntos sobre 30 (¡30%! de efectividad), un vestuario dividido y con varios ciclos cumplidos. De los próximos 27 posibles, saca 10 (37% de efectividad) y logra que Racing acceda a una final tras 2 décadas.

El plantel de hoy fue reforzado en jerarquía y en carácter. Pero es corto, le falta recambio, falta ensamblar cuestiones que se dan con el tiempo. Es que es imposible concebir un equipo consagrado con tan solo 4 meses de trabajo. Los jugadores emprenden rumbo hacia conocerse, asumir roles, y la paciencia debe ser una premisa por parte de los hinchas.  Y Racing dentro de lo imprevisible que es el fútbol argentino, es previsible. Empató contra Rafaela en un partido histórico porque un mismo jugador erró dos penales, contra un equipo consagrado en el tiempo por la estabilidad como lo es Lanús y  contra Newell’s, el equipo sensación que comanda la tabla de posiciones. Perdió contra Belgrano de visitante, que se encuentra en la vigilia del campeonato, contra Estudiantes por la mínima y contra Vélez de visitante por tan solo un gol. Perder contra Vélez es previsible. Porque ganó la realidad sobre el proyecto, porque Racing hoy está armándose, está encontrando su estilo, su identidad futbolística. Vélez hace años que la pregona desde las inferiores, que la formula a partir de conquistas encadenadas entre el corto y el mediano plazo. Zubeldía articula lo amorfo, potencia virtudes y  reprime deficiencias. También encuentra soluciones para la escasez de recursos. El único estilo que le imprime a su equipo es ganar. Está 4to a tan solo 5 puntos del único puntero, le queda la parte más liviana del fixture y todavía sueña con el campeonato.
Es difícil contener la desmesura, la sed de campeonar es inexorable. Pero debe de existir paciencia. No se puede esperar estabilidad si  no se concede el espacio para que la haya. Racing hoy creció a pasos agigantados, en número de socios, en recaudación, en infraestructura edilicia, en inferiores,  en áreas ajenas a lo futbolístico como el fútbol de sala o el básquet. Racing hoy, es previsible.

Manuel Lemos

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