MITAD DE CAMPEONATO, ¿PROBLEMA PARA RACING?


El éxito genera un efecto tumultuoso en nuestra capacidad perceptiva, desgarrando la memoria inmediata de manera circunstancial. La mitad del torneo encuentra a un Racing próximo a la cima de una competencia caracterizada por la irregularidad y para seguir por ese sendero no puede dejar de repasar la experiencia cercana, que para no volver a tropezar, es una condición necesaria.

En el Apertura 2011, comandado por Simeone, Racing se encontraba con dos puntos menos en igual cantidad de partidos que el equipo que dirige Luís Zubeldía. En los primeros 10 partidos, saca 18 puntos de 30 posibles, con un 60% de efectividad. De los próximos 27 en juego saca 13, con un 48% de efectividad. En el Apertura 2010, Russo, en su segundo campeonato, saca 13 puntos en las primeras 10 fechas con un 43,3 % de efectividad. En la segunda parte del torneo saca el 59,25% de los puntos, obteniendo el 5to puesto con 29 puntos, tan solo dos menos que el Cholo.
La convergencia principal entre Simeone y Russo, es la irregularidad en el andar del equipo, con mitad de campeonato como punto de inflexión. En uno, el haber arrancado sin pelear la punta descomprimió la situación para poder repuntar en el segundo trayecto del torneo logrando la 5ta posición, mientras que en el otro la candidatura postulada por periodistas repercutió de manera negativa en un plantel que no se supo afianzar y penó de falta de actitud. La personalidad que cada uno imprimió a sus equipos también es cuestión de análisis. Fundamentalistas de estilos futbolísticos antinómicos entre sí, se contraponen a un técnico que pondera los resultados y que no se casa con esquema ni estrategia alguna.
Donde se exhibe una mayor disimilitud es en la personalidad del plantel. El déficit de líderes, repercutió en equipos carentes de mística. En el plantel actual, las voces de mando potencian a la unanimidad en un objetivo: conseguir cosas importantes. Ortíz, Villar y Camoranesi refuerzan la claridad de conceptos y el profesionalismo de Saja y Pelletieri, para que los más jóvenes se vean absueltos de presión.
En el ocaso de la semana próxima se encuentra un partido que es una prueba de actitud, a modo de verificación. Porque es momento de establecer una identidad, de sentar base en lo tangible de los resultados que mantienen a este equipo en la vigilia del campeonato. Es momento de que Racing, sea grande como su gente.
Manuel Fernández Lemos

No hay comentarios:

Publicar un comentario