La sensación térmica ronda los 35ºC y no se siente. El kiosquero sigue siendo el
mismo, con sus ademanes efusivos, gesticulando hasta la última palabra de sus
descargas contra CFK y el gobierno. Pero
hoy es un poeta, un revolucionario. El humor desubicado del taxista parece
inofensivo, casi infantil. La casa blanca de la esquina repleta de grafitis se
escabulle entre los árboles, desapercibida. Sí, ganó Racing..
Los jugadores necesitaban este triunfo. Es verdad no fue
descollante, ni parecido. Pero Racing fue el del torneo pasado. Con menos vértigo,
con más posesión de pelota, igual de sólido atrás. Vietto asumió los roles de
Centurión y el de Fariña, potenciando el suyo. Bolatti con su simpleza equilibró
un medio campo que se adueñó de su terreno. Saja, Ortíz, Cahais, Pelletieri y
Pillud culminaron el partido con una gran actuación. Sand cumplió. Se hizo
cargo de la deuda con la gente a partir de esa característica que tanto nos
gusta a los hinchas de Racing; transpirar la camiseta. Aunque el rival de turno
se encuentra venido a menos, el equipo fue un espejo de su entrenador: sobrio,
pero intenso. Como nos tenía acostumbrados. Pegaron el faltazo Villar por llegar
a la 5ta amarilla y Fariña desgarrado. Lo que es auspicioso para lo que resta
de campeonato.
Ya sin Centurión, Racing es otro. Pierde agresividad, es
más paciente. No solo por la carencia del desgarbado volante próximo a ser
operado en esta semana, sino porque Bolatti calmó el juego en el mediocampo.
Sin ser extraordinario, cumplió. Y lo lógico sería que su rendimiento sea creciente,
ya que sus compañeros solo lo conocen desde hace un poco más de una semana. Su
juego impone orden y favorece a que Sand y Vietto (o los delanteros de turno)
se vean envueltos en mayor contacto con el juego. También mayor previsibilidad
en ataque, y ese es un ítem a tener en cuenta. Zubeldía post partido dejó
entrever que todavía no está convencido: “Todavía
no sé cuál será nuestro patrón de juego en
este semestre”. Mientras tanto, el Gringo se va ganando un lugar entre los
once.
En el horizonte de la semana se encuentra el partido que todos los hinchas esperan, el que los jugadores quieren jugar. Racing llega con un envión anímico importante, sabiendo que puede igualar lo del campeonato pasado y también superarlo. Zubeldía fiel a su estilo, fue cauto: “Hay que hacer un partido extraordinario para ganar el clásico". ¿Será el último, al menos por un año?
En el horizonte de la semana se encuentra el partido que todos los hinchas esperan, el que los jugadores quieren jugar. Racing llega con un envión anímico importante, sabiendo que puede igualar lo del campeonato pasado y también superarlo. Zubeldía fiel a su estilo, fue cauto: “Hay que hacer un partido extraordinario para ganar el clásico". ¿Será el último, al menos por un año?
Manuel Fernández Lemos
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