A BOCA LE TENÍAMOS QUE HABER GANADO 12 A 0 . CUENTAN JORGE ACUÑA Y EL TOTI IGLESIAS

Por Juan Antonio Fornasier

Racing 6 0 - 20 de septiembre de 1987. 
El Toti Iglesias y Jorge Acuña no tienen dudas de que podían haber duplicado la goleada. "Todavía hoy los hinchas nos recuerdan ese día", cuentan. 
-Acuña:
Iban apenas siete minutos del partido. Walter Fernández metió un centro mágico a la cabeza de José Iglesias, que saltó tan alto como pudo y comenzó a mostrarle a sus compañeros el camino del triunfo.
Faltaba un minuto para el final cuando Jorge Acuña conectó, también de cabeza, un tiro del Toti desde la derecha. Fue el último de los seis gritos que coronaron una goleada histórica, inolvidable ante aquel Boca de Gatti. Fue el 20 de septiembre de 1987, hace ya 26 años. Y el Toti y el Camote Acuña se juntaron para  volver a disfrutarlo.
-¿Cómo fue la semana previa?
-Iglesias:
o recuerdo que me invitaron junto con José Luis Cuciuffo a un programa de televisión que se llamaba Desayuno y lo conducía Víctor Hugo Morales. Cuciuffo dijo que en esos días se estaban preparando de una manera especial para marcar los centros a la cabeza para los jugadores de Racing, que iban muy bien por arriba. Y a mí me quedó grabado: trabajaron en base a los cabezazos nuestros y, de los seis goles, cuatro se los hicimos de cabeza. Me dio mucha risa, armaron todo un programa hablando de eso y les hicimos cuatro. No me olvidé nunca de eso.
-¿Qué es lo que más recuerdan de la goleada?
-A mí me pasa algo curioso cuando me acuerdo de ese día. Con todo el respeto que me merece Boca como institución, en mis 15 años de futbolista nunca tuve un partido tan fácil adentro de una cancha. Parecía un equipo de Primera contra uno de Cuarta. Yo creo que si ese día les metíamos 10, 12 goles era normal, porque hicimos 6 y erramos 6 ó 7 de esos que no los podés errar. Tendríamos que haber ganado 12 a 0.
-Acuña:
pensar que me anularon uno a mí por un offside que no fue, que hubiese sido el cuarto. Pero llegaba él, llegaba el Mencho. Llegábamos todos al gol, hasta Olarán que no llegaba nunca... Fue algo terrible, impresionante. Era para más goles, si Walter Fernández se comió como dos o tres y al final no hizo ninguno. Pero jugó bien, desbordó, tiró centros y no lo podían agarrar. Medina Bello también jugó bárbaro. Me acuerdo que Hrabina le pegó una patada terrible al Mencho, que tambaleó, siguió, tiró el centro y fue gol igual. Ni voltearlo podían, ni con una falta para expulsión lo pararon.
-¿Y la cara de los de Boca?
Se miraban entre ellos y se reprochaban. Me acuerdo que Gatti le gritaba desesperado a los defensores, le pedía que hicieran algo porque los matábamos. Terrible. Cada 10 ó 15 segundos era aguantar una situación de gol. Cuando llegó el final pensé: íQué lástima, se terminó el festival!.
-Acuña
Además hicimos algo importante. Uno podía jugar para que la hinchada te cantara "Olé", como tocar para atrás. Pero no, éramos un equipo que buscaba más goles, ahora se usa eso de ganar dos o tres a cero y tirarse para atrás. Nosotros íbamos por más...

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