En los últimos libros de pase de la conducción actual (Molina-Cogorno)salvo el primero, influenciado por la inexperiencia dirigencial y la “viveza” de Caruso Lombardi, y el último (austero e inexpresivo, porque la apuesta fue mantener a Teo y Gio),Racing –sin excepción- compró bien, pero ahora lo hizo de manera –a priori- excelente.
Si uno hace memoria, y más allá de que luego los jugadores no hayan rendido, la Academia siempre se anotó varios porotos en las inscripciones y aventajó a otros equipos, así pasó con Bieler, Toranzo, Hauche, Teo y Gio, Saja, Pelletieri, Castro, etc. Es cierto que varios defeccionaron pero en lo previo todos llegaron o goleadores o con pergaminos de buenos jugadores.
En esta ocasión, así como pasó con Simeone, la dirigencia hizo las compras apoyadas en el ojo y el consejo del entrenador. Así se dejó de lado el criterio mercantilista que manejan los empresarios de que había que comprar jugadores con proyección, idea que no es mala pero que, si se aplica a rajatabla, se deja de lado a piezas que para armar un equipo con pretensiones son ideales, pese o precisamente por su rodaje y edad.
Así Zubeldía pidió a Sand, uno de esos goleadores que hemos puteado en colores, a Villar, que siempre rindió y a quien seguramente, con Saja y Pelletieri, será un jugador símbolo: Camoranesi, a quien se lo censuró por patear en la cara a Patricio Toranzo, todo un símbolo dicho sea de paso, pero a quienes todos valoramos la entrega, ubicación, practicidad y garra.
Estos nombres consagrados, sin valor de reventa, pueden rendirle a Racing en lo inmediato para lograr el sueño, que todos ya sabemos cuál es, y que comenzará a tener su primer capítulo de gloria en la final del 8 de agosto.
Estos jugadores con nombre y cartel , pero sustentados en lo que ya rindieron en el fútbol argentino, se suman los que ya demostraron que pueden y quieren jugar en Racing (Saja, Pelletieri, Zuculini, Viola, y un recuperado Pillud), más los otros que demostraron que quieren y están en condiciones de estar en un grande, como Corvalán, Perez Guedes, Ortiz y un internacional desconocido para el fútbol argentino, como Migliónico.
Con este plantel y la idea de equipo , los juveniles que están buscando su lugar (Fariña, Vietto, Centurión y otros juveniles que, al igual que Simeone, Zubeldía ya tiene bien seleccionados) también podrán demostrar sobre una base más firme y combativa que pueden estar presente y ser parte de lo que, en principio, promete ser un equipo con verdadera hambre de gloria.
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