A la cancha por Avda Mitre |
Parece que hubieran pasado siglos, pero era junio del 2000 cuando Manuel Blanco, el sucesor de Rubén Bravo en los años cincuenta, dijo llorando: “Si les pudiera dar un poco de mi sangre a los jugadores de ahora, se la daría, aunque se me fuera la vida. No puedo creer a lo que llegamos. Si se levantaran Ochoa o Perinetti, se morirían otra vez”. Un año y medio después, Ochoa, Perinetti y todos aquellos ídolos de la etapa amateur pudieron estar tranquilos. Tras una noche de casi 35 años, apenas iluminada por la Supercopa de 1988, Racing mira otra vez el cielo despejado y aprieta los puños y les dedica también a ellos la gloria recuperada.
Racing, el que arrasó con todos los record desde 1913 hasta 1925 y luego estuvo 24 años sin ganar títulos; el primer tricampeón nacional, el primer campeón intercontinental argentino, el que llegó a alquilar su equipo y a poner en remate a sus jugadores, el que estuvo al borde de desaparecer.
Racing Club de Avellaneda: un grande acostumbrado a las resurrecciones. El campeonato llegó por una suma de coraje, anhelos, solidaridad y otros milagros; por una perseverancia puesta a prueba durante décadas. A nadie le interesa, en estas horas de desahogo, el estilo futbolístico de hoy. Pero muchos recordarán los comienzos del club, aquella etapa brillante en la que Racing obtuvo siete torneos seguidos entre 1913 y 1919 (cuatro de ellos invicto) y repitió en 1921 y 1925. En esa época su juego se ganó, también, el apodo Academia y la convocatoria masiva de hinchas apasionados. En 1912, cuando el equipo aún no había ganado nada, una multitud agotó los pasajes de los vapores que cruzaban el Río de la Plata para verlo contra River de Montevideo, por la final de la Copa de Honor. Ganaron 2 a 1 los uruguayos. Pero los hinchas de Racing festejaron, como sus nietos, bisnietos y tataranietos lo hacen ahora. Racing se afilió a la Argentine Football Association en 1905 y comenzó a jugar en la Tercera División (segunda categoría).
Racing 1921 |
En Racing se destacaban el wing izquierdo Juan Perinetti y el poli funcional Alberto Ohaco (jugó en todos los puestos, incluso el de arquero), que sería capitán del equipo durante los siete torneos triunfales. Su ética hoy causa asombro: en un partido contra Estudiantil Porteño, Ohaco corrió al árbitro y le pidió que anulara un gol que él mismo había hecho con la mano. "Había mucho honor puesto en el juego, un respeto excesivo. Por supuesto que aún no existían tarjetas amarillas ni rojas. Si algún jugador cometía una falta severa, era muy común que lo echara el capitán de su propio equipo", explica Jorge Iwanczuk, autor del libro "Historia del fútbol amateur en la Argentina" y ex profesor de Historia del Fútbol en la escuela de técnicos.
El debut en Primera fue el 7 de mayo de 1911: Racing empató 1 a 1 con San Isidro. En los meses siguientes hizo una campaña satisfactoria, con Luís Carbone, un dirigente que sería clave en el desarrollo del club, como flamante presidente.
Durante ese torneo enfrentó dos veces al mítico Alumna, insuperable hasta entonces. Serían los únicos partidos entre ambos, ya que el equipo de los hermanos Brown estaba a punto de disolverse. El 25 de junio, en Avellaneda, Racing ganó 3 a 1, con goles de A. Ohaco (2), Sayanes y Ernesto Brown. El 6 de agosto, Alumni venció 5 a 1, con goles de Watson Hutton, Juan Brown, C. Lett y Perinetti. Alumni fue el campeón; Racing terminó en la cuarta posición.
En 1912, con Alumni ya disuelto, hubo un cisma en el fútbol argentino. Algunos clubes, como Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires o Porteño, cuestionaron las retribuciones (no monetarias) que se les daba a ciertos jugadores y fundaron la Federación Argentina de Football. En la Argentine Football Association que pasó a llamarse Asociación Argentina de Football; quedaron Racing, River, Boca, Ferro, Banfield y Quilmes, entre otros.
Se vislumbraba el nacimiento del "amateurismo marrón": los jugadores empezaban a recibir algunos beneficios que les permitían dedicarse de lleno al fútbol. El fútbol dejaba de ser de elite, de extranjeros con buena posición económica, y se tornaba masivo.
Racing Campeón 1914 - Segundo título |
Racing quedó tercero. Alberto Ohaco, Perinetti y Sayanes fueron convocados para un seleccionado argentino que se llamó Combinado Sud y perdió 2 a 0 con el Swindon de Inglaterra. El club, entretanto, seguía creciendo en lo institucional: se preparaba con entusiasmo para el porvenir. Alejandro Carbone, hermano de Luís y socio número uno, reclutó a más de cuarenta socios hombres y niños que se dedicaron ocho horas al día a remodelar la cancha sin cobrar un peso.
"Dentro de poco, Racing será una potencia de nuestro fútbol. Por eso debe tener una cancha a nivel de su futura grandeza", dijo el dirigente. En 1913, Racing, que tenía 928 socios, empezó a imponer su fútbol con un plantel en el que estaban Muttoni, Arduino, Ochoa, Reyes, Viazzi, Olazar, Regular, Viyaldo, Vecchio, Hospital y Perinetti. Ganó 17 partidos, empató 1 y perdió 2: terminó primero en la zona A junto a River, al que venció 3 a 0 en el desempate. Luego derrotó 2 a 0 a San Isidro, puntero del grupo B. Así, en medio del delirio en Avellaneda, Barracas y otros barrios, ganó el primer campeonato de su historia. Convirtió 52 goles y recibió 6. "Racing tenía dirigentes de muy buen nivel económico; algunos eran gerentes de bancos de Avellaneda.
Racing Campeón 1915 |
Como campeón argentino, el equipo fue invitado a disputar la Copa de Honor contra Nacional de Montevideo. El partido fue uno de los más largos de la historia: duró 221 minutos. Los noventa iniciales terminaron 1 a 1, con goles de Marcovecchio y Vallarino. Los capitanes se reunieron y acordaron empezar... otro partido. Los noventa minutos siguientes terminaron 2 a 2 (los goles de Racing fueron de Marcovecchio y Hospital) y se decidió jugar media hora más. Como el resultado no se modificaba, se convino poner en práctica lo que hoy se llama gol de oro o muerte súbita: si no, todavía estarían jugando. Marcovecchio convirtió a los once minutos. Los jugadores de Racing festejaron el título internacional al borde del desmayo. Si la campaña de 1913 fue muy buena, las de los años siguientes fueron brillantes.
El torneo de 1914 empezó con un conflicto: el arquero Carlos Muttoni fue expulsado del equipo, por "extralimitarse" en sus pedidos de botines nuevos. Los dirigentes habían estimado "incorrecta y atentatoria contra el amateurismo la actitud asumida por él". Pero el equipo, ya con Zoilo Canaveri, ganó el campeonato invicto, con once victorias y un empate en doce partidos. Además obtuvo la Copa Ibarguren al vencer a Rosario Central 1 a 0. Y, en partidos internacionales, venció al Torino 1 a 0, con gol de Ohaco. En 1915, año en que se escrituraron los terrenos donde hoy está la sede de Avenida Mitre, Racing volvió a ser campeón invicto. La Asociación y la Federación se habían fusionado: 25 equipos participaban en el torneo único. La Academia ganó 23 partidos y empató 2, contra Ferro y San Isidro. Sobre 48 puntos en juego, consiguió 46. El partido final, un desempate contra San Isidro, se jugó en la cancha de Independiente: allí Racing que terminó con 93 goles a favor y 5 en contra volvió a salir campeón. Una de las tantas costumbres de la época.
Racing Campeón 1916 |
El Racing invencible salió campeón por cuarta vez consecutiva aquel 1916, seguido por Platense, River y Gimnasia de La Plata. En 1917, el resto de los equipos jugaba para decidir quién saldría segundo. Racing fue el campeón, como en los cuatro años anteriores y sólo perdió un partido: 1 a 0, contra Independiente. Convirtió 54 goles y le hicieron 4. River y Boca fueron segundo y tercero. En 1918 y 1919 la superioridad de
La Academia era tan amplia que abrumaba. Racing fue dos veces campeón; en 1919, cuando jugó en la recién creada Asiciación Amateurs, tras una nueva escisión en el fútbol argentino, ganó todos los partidos y logró el puntaje ideal. se quedó con la Copa Aldao al vencer a Nacional y Peñarol.
Los números de esos siete años de vacas gordas son impactantes: jugó 127 partidos; ganó 109, empató 13 y perdió 5 menos de uno por año.
Mendez y Bravo en la Gira por Italia |
Muchos buscaron las claves de tal encadenamiento de triunfos.
En su libro "Racing, Academia 1966, e1 periodista Eduardo Rafael sostiene que Antonio Capurro capitán del equipo en 1907 y 1908 le había regalado un libro de Yoga a Luis Carbone y que éste les hacía practicar ejercicios respiratorios a los jugadores.
En la época amateur, el equipo ya se concentraba y se entrenaba en Avellaneda. Según Rafael, algunos, como Betular, no practicaba porque debían trabajar. Otros, como Ohaco, sólo aceptaban dar una o dos vueltas a la cancha, en el mejor de los casos. Otros como Juan Perinetti o Marcos Croce, eran verdaderos fanáticos del ejercicio.
A fines de esta década gloriosa se sumó al equipo Pedro Ochoa, Ochoíta, un jugador-malabarista que formó una dupla muy talentosa con Natalio Perinetti.
"Hacer como Ochoíta/ de media cancha un gol", cantó Carlos Gardel en el tango Patadura.
En un café de la calle Corrientes, El Zorzal llegó a decirle a Raimundo Orsi, puntero de Independiente: "Yo soy de Racing, pibe. Ahí juega Ochoíta, un fenómeno. Sacate el rojo, Mumito, ¿no ves que ese color te queda mal? Venite a Racing. ¿Sabes lo que serían Ochoíta y Orsi juntos?"
En el torneo de 1920, Racing no tuvo a Orsi pero sí a muchos lesionados: Marcovecchio, Castagnola, Macchiavello, Ochoa, Juan Perinetti, Olazar y Reyes.
Y, aunque el equipo no pudo mantener una línea de juego, terminó segundo, detrás de River.
Un año después se invertirían esos puestos y volvería la gloria: Racing fue campeón, a 12 puntos de River y a 13 de Independiente. Ganó 30 partidos, empató 6 y perdió 2. Hospital, el estratega, sufrió una lesión importante; Juan Perinetti se había retirado.
El plantel estaba integrado por Croce, Castagnola, Reyes, Macchiavello, Olazar, Riccitelli, Natalio Perinetti, Ochoa, Hospital, Zabaleta, Marcovecchio, Ungaretti y Rey. En 1922 fue campeón Independiente, aunque Racing le ganó 3 a 2 el 4 de junio, ante 18.000 espectadores con trajes y sombreros. En la revancha, el 10 de diciembre, Independiente ganó 4 a 2. Ese año y el siguiente, Racing fue cuarto; en 1924, sexto.
Primer Estadio Testigo de Epocas Gloriosas |
Luego hubo jugadores notables, de nivel internacional, como Fernando "El Marqués" Paternoster, José "Pechito" Della Torre, José "Cortina metálica" Bottaso o Antonio de Mare, quien al caminar por Avenida Mitre evitaba la vereda de la sede de Independiente. Pero los títulos fueron esquivos: Racing no volvió a ganar un torneo hasta 1949, tras una mala racha de 24 años que entonces parecía insuperable. Vendrían tiempos peores.
Para Ochoa y Perinetti, que están en paz. Para Blanco y los hinchas que remontaron tantas tardes difíciles.
Por Juan Antonio Fornasier
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