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La semana previa a este clásico se habló más de seguridad que de fútbol. La mano venía con antecedentes complicados y el horario de comienzo del partido era todo un tema. Para la tele y el encargado de comité de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Mario Gallina, el horario ideal era las 18:10hs, contra todas las recomendaciones que presupone la conclusión de un partido “de alto riesgo” de noche. Se tomaron todos los recaudos necesarios en cuanto a prevención y el horario finalmente fue aprobado….bueno, casi todos los recaudos…
Francisco Lamolina pitó y una nueva historia del clásico de Avellaneda comenzaba a escribirse. Ese domingo 23 de agosto de 1998, claramente el que tuvo el pincel y pintó la cara de su archi-rival fue la Academia.
La cancha era un hervidero, se empezó a picar el partido y la sensación general era que la academia metía el cuarto antes del tercero.
De golpe, a los 37 minutos del primer tiempo, la música se apagó, mejor dicho lo que se cortó fue la luz. El“eeeehhh!!” general de la cancha se escuchó al unísono y empezaron las cargadas como para amenizar la espera.
Periodistas y policías adentro de la cancha, gente que va y viene, y las clásicas reuniones de jugadores, árbitros, algún organizador que toma la batuta y se lo ve ir de un lado al otro. No hubo caso, se esperó 32 minutos y Lamolina suspendió el partido.
El informe oficial del club local fue que se fundió una bornera del tablero que alimenta las torres del estadio, por lo cual dejaron de funcionar los dos grupos electrógenos contratados. La versión del visitante fue se cagaron en las patas y bajaron la térmica.
Así las cosas, el asunto se reanudó el miércoles 26 de agosto a la tarde en dos tiempos de 27 minutos, e Independiente con muchas más luces que días atrás salió a comérselo crudo a Racing. Descontó Cascini y acorraló a Racing en busca del empate.
Finalmente la visita aguantó muy bien la embestida y Pablo Bezombe logró marcar el 3 a 1 definitivo para tranquilidad académica.
El recordado corte de luz en la Doble Visera quedó en la historia, pero mas que nada se lo recuerda por que este hecho inusual fue acompañado por un altísimo nivel de juego que llevó a Racing a quedarse con el clásico
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